martes, 12 de febrero de 2013

Gossip

-Buenas Marc- Jaume recibió con una gran sonrisa a su amigo.
Se estrecharon las manos.
-¿Hola qué tal estás?- contestó Marc- Me ha costado aparcar. 
-¿Entramos?- los dos se dirigieron a la puerta de la tetería.
-¡La de tiempo que hace que no venía a Artería!- dijo Marc.
La tetería estaba en una plaza de piedra del Rabal de la ciudad. La puerta del local eran dos desproporcionados portalones de madera mucho más altos que anchos que daban acceso a un espacio en L con paredes enlucidas de yeso y ventanas con rejas de forja por las que se veían las farolas de hierro fundido que ya estaban encendidas a esas horas de la tarde.
-Yo vengo de vez en cuando, porque me pilla cerca de casa- dijo Jaume- ¿Nos sentamos aquí mismo?
-¡Hostia!- exclamó Marc. Al sentarse en la silla, el respaldo, muy bajo, quedaba muy retirado y el cuerpo se le fue hacia atrás.
Jaume se rió.
-¿Qué os pongo?- pregunto el camarero con su voz gutural.
-Yo creo que tomaré un té rojo- dijo Marc- ¿Tienes?
-Sí- dijo escueto el camarero.
-¿Tienes infusión de Diente de León?- preguntó Jaume
-Tengo en la despensa de la cocina para uso propio- dijo el camarero- pero a ti ya sabes que sí que te pongo.
El camarero se fue a preparar las comandas.
-¿El mister no viene?- preguntó Marc.
-Me ha dicho que tiene filmoteca- contestó Jaume- dice que cuando acabe, si no se le hacía muy tarde, venía.
-¡Madre mía!- exclamó Marc- Siguen poniendo el mismo tipo de música que cuando veníamos antes todos.
-Son los Smashing, pero creo que este tema es de un álbum nuevo- contestó Jaume.
-Sí. He reconocido la voz de Billy Corgan- respondió Marc- Por cierto, ayer llevabas la camiseta de los Smashing.


A Jaume le apareció una sonrisa en la cara. Se recostó en el falso respaldo de la silla y volvió a echarse hacia adelante.
-Esa camiseta siempre me trajo suerte- la sonrisa le desapareció de la cara. Jaume se quedó mirando la mesa. Era de madera rústica con un cristal transparente encima. Habían puesto unas pegatinas de marcas de cerveza haciendo un collage en el espacio entre la oscura madera y el cristal.
-Marc ¿Qué rollo tienes tú con Sofía?
Marc movió la cabeza negando.
-Es la segunda vez que me preguntan lo mismo en menos de un día- le apareció una sonrisa amarga- No hay ningún tipo de rollo. Hace un tiempo nos conocimos. Me gustaba, nos enrollamos, empezamos a salir y no funcionó-. Dijo Marc en tono de punto final.

El camarero les trajo las infusiones. También les dejó en la mesa un platillo en forma de triángulo con unas pasas de Corinto.
-Gracias- dijo Marc. Abrió la tapa de la tetera y acercó la nariz al vapor que salía. Percibió el delicado toque dulzón a fermento del té. 
-Tú me has hablado muchas veces de Sofía- dijo James mirando a los ojos a Marc- Y no parece que no te importe ella.
Marc se quedó mirando la pared de yeso arcilla. Se fijó en las fotografías en blanco y negro que colgaban de las paredes, que correspondían a una exposición de Benya Acame, un fotógrafo local.
-Sofía es una tía que está buena y con la que la historia no me salió bien- Marc hizo una pausa- Mentiría si te dijese que alguna vez no se me pasa por la cabeza lo que pudo haber sido y no fue, pero vamos, que me alegro que se quedase anoche contigo.
-Marc- dijo Jaume- Anoche fui a casa de Sofía.


Marc se quedó mirando la tetera que tenía delante. Abrió otra vez la tapa, observó el color de la infusión.
-Creo que este té ya está hecho- Marc se sirvió una medida en la taza cristal con asa de acero. Un liquido color rojo cobre burbujeó mientras llenaba el espacio de la cuba de la tacita-. Hoy me va a venir bien para drenar el hígado y su supuesta propiedad antidepresiva- Marc soltó una carcajada.
Jaume le miraba muy serio. No sabía cómo tomarse lo que le estaba diciendo.

-Aquí tenéis- dijo la chica- Café bombón y zumo de piña natural con una bola de chocolate negro.
-Gracias- dijo Sofía con el ceño fruncido-. Carol, no sé cómo te pides ese mezclijo tan raro.
-Necesito vitamina C para antioxidarme- dijo Carol con cara de pocos amigos- y mi antidepresivo favorito. Ahora te doy un poco y verás cómo el ácido de la piña marida muy bien con el amargo del chocolate negro.
Sofía removió su café mezclando la leche condensada, dando como resultado un liquido color toffee.
-Me duele un montón la cabeza- dijo Carol-. Anoche se me fue un poco de las manos lo de los  chupitos.
-Sí- Sofía le miraba con una sonrisa comprensiva- a todos se nos fue un poco de las manos. Yo también pillé una buena.
-¿Seguisteis bebiendo cuando nos fuimos en el coche?- preguntó Carol.
-Sí- dijo Sofía- Cuando os fuisteis, habíamos pedido un metro y estaba sin empezar. Hicimos el esfuerzo y nos lo bebimos entre James y yo.
Carol bebió un sorbo de la pajita de su zumo.
-Nos quedamos sin dinero y se me ocurrió la genial idea de invitarle a mi casa a seguir con la fiesta- dijo Sofía  con una sonrisilla.
-¡Chica!- dijo Carol con los ojos muy abiertos- No somos nadie. Cuenta, cuenta…

Sofía bebió de su café.
-Nada. Subimos al piso y estuvimos hablando de cine, de esto, de lo otro- dijo Sofía haciéndose de rogar- de esa camiseta qué chula, de que si te pareces a Tom Cruise…
-Bueno, bueno, serás pendón- bromeó Carol- Pero ¿hubo o no hubo tema?
-Al principio no, porque James es más parado que una farola- dijo Sofía bajando la voz- pero yo hice que se animase.
-¡Nena!- exclamó Carol a carcajada limpia.
Carol cogió la cucharilla y probó la bola de chocolate. Estaba exquisito. Cogió otra cucharada.
-Ten prueba- dijo acercándole la cucharita a Sofía.
Sofía probó el helado mezclado con el zumo de piña.
-La verdad es que está bueno- dijo Sofía.
-¿Tan bueno como James?- dijo Carol cómplice.
-No- dijo Sofía entre una carcajada- James está más bueno de lo que parece con la ropa que lleva.
-¿Tan bueno como Marc?- dijo Carol un poco seria.

Sofía cogió una servilleta de papel del servilletero y se limpió los labios. Miró la servilleta, pudo leer Alquimia en letras sobre fondo verde.
-Carol, lo mío con Marc no funcionó- dijo Sofía un poco triste-. Cuando estuve con Marc, él sólo pensaba en ir a conciertos, cines, exposiciones y demás historias siempre con su grupo de amigos y más gente. Nunca hacíamos nada exclusivamente de pareja excepto el momento de despedirnos que hacíamos nuestras cosas. Me dio mucha pena, porque con él lo pasaba muy bien y es muy buen tío, pero no estaba por llevar una relación medianamente madura.
-Sofía tía- dijo Carol- Te has enrollado con su mejor amigo en su cara.
-Que yo sepa, no le debo nada a Marc- le dijo Sofía- Además que James me gusta y es bueno en la cama.
- ¿Te acostaste con él?- dijo Carol en tono de reproche- ¿Te acostaste con él?- dijo por segunda vez con cara de asombro- Te acostaste con él- afirmó con los ojos abiertos y una sonrisa.
Sofía miró a los ojos oscuros de Carol y afirmó con la cabeza y una gran sonrisa en los labios.

-¡James tío!- dijo Marc jovial- que si te fuiste a casa con ella no me importa joder. Y si te acostaste con ella, mejor que mejor para ti.
Jaume también se sirvió una taza de infusión de Diente de León. Cogió una pasa y se la metió en la boca meditando lo siguiente que le diría a su amigo.
-Sí que fui a su casa y me enrollé con ella- dijo Jaume- Bueno. Mejor dicho, ella se enrolló conmigo.
-¿Y eso?- le preguntó Marc divertido.
-Nada. Tuvimos una conversación tonta sobre la camiseta que llevaba y acabamos dándonos el lote en el sofá- dijo Jaume- Luego empezó un juego que no me gustó mucho sobre ducharnos juntos.
-¡Qué cabrón!- exclamó Marc soltando una carcajada- ¿Le comiste las peras en la ducha?
-Mira que eres fino- dijo Jaume riéndose-. No. En la ducha no. En el patio.
Marc le miraba con una sonrisa y el ceño fruncido de no comprender por dónde iba.
-Una historia larga- dijo Jaume comiendo otra pasa-. Acabamos en pelotas en el patio de su casa.
Hizo una pausa interminable.

-Pero ¿Te la calzaste o no?- dijo Marc riéndose.
-Pues no me la follé porque no tenía condones.
 Marc no podía parar de reír mientras le señalaba con el dedo a Jaume.
-¡Pringao!
-Bueno- siguió Jaume- No me la follé pero sí que tuvimos sexo en el patio.
Marc cogió una pasa y se la metió en la boca. Dio un sorbo al té y degustó el sabor tirando a salado de la infusión.
-Parece que a Sofía le gusta el sexo en lugares públicos o con posibilidades de que le pillen- hablaba más bien para él que para Jaume-. Cuando estuve con ella, un día fuimos a un concierto. Éramos cinco. Al final de la noche nos fuimos los cinco a casa de una amiga y acabamos durmiendo los cinco en dos colchones juntos en el suelo- Marc dio otro sorbo al té- Me dice “esta almohada es muy baja ¿me pasas el brazo por debajo para que apoye la cabeza?” Le paso el brazo. Nos pusimos a hablar creo que de cocina o no sé de qué historia y de repente, me coge la otra mano y me la pone encima de una teta y sigue hablando como si nada. Entonces noto que mete la mano en los calzoncillos y empieza a tocármela- Marc cogió otra pasa y se la quedó mirando fijamente con aire pensativo- En definitiva, que nos dimos un buen repaso con los otros tres al lado, que quiero seguir pensando que estaban durmiendo.
Jaume le miraba con una sonrisa y con mirada sorprendida.
-Pues algo parecido a lo que me pasó a mí anoche- dijo Jaume- Estuvo muy bien, pero no lo hicimos.
-Bueno, sí que lo hicisteis, lo que no hiciste es metérsela.
-Macho- dijo Jaume riéndose- qué fino eres. Pues no, a eso me refería. Pero es igual, es una chica que me gusta y creo que voy a llamarla para quedar otro día.

-¿Has pensado que vas a hacer ahora?- preguntó Carol.
-La verdad es que no lo sé. No tenía ninguna intención de liarme con nadie anoche, por eso te dije que sí a lo de salir con Marc y James- Sofía se terminó su café de un trago-. A ver, la verdad es que sí que tenía pensado, si surgía, despedirme de Marc como en los viejos tiempos. Pero estuvimos hablando y empezó a agobiarme con su temita de siempre de chico atormentado, y empecé a pasarlo bien con James y luego te pusiste mala y nos dejasteis solos y – Sofía cogió una tira de papel que contenía una cañita y la abrió- la verdad es que James me ha venido muy bien de despedida.
-¿Estás decidida a aceptar lo de Zaragoza?

-Una cosa James, no sé lo que hablaste con Sofía, pero anoche me dijo que se va a ir a vivir a Zaragoza.
Jaume se quedó callado y le miró serio.
-Primero en la cena me comentó que estaba mal en el trabajo- dijo Marc-. Y en el concierto, antes de que Carol se pusiese mala, me dijo que la habían cogido en Ebro para el Centro de Control de Calidad de Zaragoza y que está esperando a que le confirmen la fecha en la que tiene que empezar.
Jaume le miró con aire pensativo.
-Es igual, le voy a llamar y quedaré con ella- Jaume dio un sorbo al Diente de León-. Por cierto ¿qué tal está Carol?

-Me han hecho la oferta para Zaragoza y estoy esperando que me comuniquen la fecha de incorporación- dijo Sofía.

-¿Cuánto va a tardar eso?- preguntó Carol.
-Lo que tarden en terminar de montar el laboratorio para el que me han cogido- contestó Sofía- Va a estar muy bien, porque aparte del Control de Calidad, me han dicho que te dejan investigar y publicar firmando como autor de la investigación, por lo del I+D+i. Estoy pensando en investigar sobre algún producto que evite las vomiteras de las amigas en los aseos públicos.
                                  
Carol empezó a reír.
 -¡Qué mal tía!- dijo Carol acariciándose las sienes- Es de esos ciegos que llega un punto en que no te acuerdas de nada. Me acuerdo que me metisteis en el coche y que Marc me llevó a casa con Clara- Carol tomó un trago de zumo – La verdad es que no me acuerdo que Clara fuese en el coche, pero esta mañana estaba en casa de Marc.
-Sí que os acompañó en el coche- dijo Sofía- Me dijo que Marc le gustaba y que quería estar a solas con él.
-Pues parece que lo consiguió- dijo Carol pensativa-. Sí que lo consiguió.
Cogió otra cucharadita de chocolate y lo saboreó.
-Cuando me he despertado esta mañana, Marc estaba preparando el desayuno, ha hecho  gofres- Carol rechupeteaba la cuchara disfrutando del sabor a chocolate-. Hemos estado hablando de nuestras cosas un rato y entonces ha aparecido Clara por la cocina. Yo no sabía que estaba en el piso. Cuando Clara ha llegado a la cocina, él se ha disculpado y ha dicho que se iba a la ducha- el poco chocolate que quedaba del helado, se había derretido fundiéndose con el zumo de piña.
-Clara es una tía muy maja. Anoche me cambió de ropa para dormir en casa de Marc cuando iba ciego total.

Marc sonrió.

- Esta mañana ya estaba mejor. La llevamos a casa y la acostamos. Después Clara y yo nos quedamos tomando una copa.
-¿Y…?-  le miró Jaume pícaro- Sofía me ha dicho que le gustas a Clara.
-No si eso ya se notaba ya- dijo Marc mirando la mesa. Cogió un par de pasas y jugueteó con ellas con los dedos-. ¿Tú te acuerdas de la historia del perro, la mermelada y Ricky Martin?
Jaume le miró extrañado y al momento empezó a reír a carcajadas.
-¡Hostia! ¡No jodas!
-Y sólo te digo que no soy gay, así que no hice de Ricky, hice de perro- dijo Marc riendo- pero en las domingas.
-Pero ¿por qué no te la trincaste?
-Porque Clara está buena, tiene un buen par de cacharras, es buena tía, pero no siento nada por ella y no tengo estómago para hacerlo con alguien que conozco sólo por hacerlo- dijo Marc.
-Venga, explica- dijo Jaume extrañado entre carcajadas.
-Prácticamente se me tiró encima- dijo Marc-. Uno no es de piedra y me apetecía comerme ese par de cantimploras, pero no tenía ganas de hacerlo con ella. Pero como el rechazo es algo muy desagradable, le seguí el juego y cuando ya quería más, le di un buen recuerdo- Marc dio un sorbo al té- Ella consiguió lo que esperaba. Después le expliqué que no iba a haber nada entre nosotros porque hay otra persona y no pareció muy sorprendida. Se quedó durmiendo en el sofá y yo no he dormido nada esta noche hasta hoy después de comer que he dormido una hora de siesta.

-Clara ha estado la mar de simpática- Carol removió el zumo con la cañita- y me ha dicho que ayer se acostó con Marc-. Carol continuó bebiendo lo que le quedaba de zumo-. Parece que aquí ayer pilló todo el mundo menos yo.
-Digamos que tú sí que la pillaste- bromeó Sofía.
Carol sonrió solo con los labios.
-Luego me contó no sé qué historia de que Marc está coladito por una tía- dijo Carol con el ceño fruncido-. Estuvo muy misteriosa. Que yo sepa lo de Marc con Júlia estaba terminado- Carol suspiró- Historias que se acaban- otro suspiro-. En fin ¿Y cómo has pensado acabar lo tuyo con James?
-No he pensado nada. Le llamaré uno de estos días y tomaremos algo a ver qué pasa. Él tampoco está muy bien con el trabajo aquí. Se podría venir a Zaragoza.

-¿No me dijiste que la historia con Júlia se había acabado?- preguntó Jaume.
Marc se quedó mirando una fotografía de la exposición como abstraído.
-Lo de Júlia no es fácil- dijo mientras seguía mirando la instantánea-. Hay historias que serían muy complicadas y que sé que no funcionarían.
Marc miró directo a los ojos verdes de Jaume y después por encima de su hombro.

Jaume se le quedó mirando con aire interrogativo unos instantes, pero Marc no parecía dispuesto a dar más explicaciones.
Jaume dio un sorbo al Diente de León y miró a Marc.
-En quince días, me voy a vivir a Dublín a estudiar inglés y a buscar un trabajo de verdad.

"Never let the summer catch you down
never let your thoughts run free
Even when their numbers draw you out
Everetning I want is free
´till the end
´till the end"




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