miércoles, 2 de enero de 2013

El Alcaraván y la Zorra


Había una vez una merla que había hecho un nido en lo alto de una encina.
Un día pasó por allí la zorra y le dijo:
-¡Merla merliña,
échame un hijiño,
que sino con mi rabo rabudiño,
tumbo la encina
y os como a ti y a todos tus hijiños!

A la merla le dio miedo y le echó a la zorra uno de sus pollitos y la zorra se lo llevó.

Pasó por allí el alcaraván y oyó llorar a la merla.
- Merla, ¿por qué lloras?
- Porque ha venido la zorra y me ha dicho:
"-¡Merla merliña,
échame un hijiño,
que sino con mi rabo rabudiño,
tumbo la encina
y os como a ti y a todos tus hijiños!"
- Pero merla, para tumbar la encina hace falta un buen segurón y la fuerza de un hombretón, con el rabo no se puede.


Al día siguiente pasó la zorra por la encina de la merla y le dijo:
-¡Merla merliña,
échame un hijiño,
que sino con mi rabo rabudiño,
tumbo la encina
y os como a ti y a todos tus hijiños!
Y la merla le contestó:
- No no. Que para tumbar la encina hace falta un buen segurón y la fuerza de un hombretón.
- ¿Quién te ha dicho a ti eso?
- El alcaraván.
- ¡Ya pillaré yo a ese ya!

Estaba el alcaraván tomando el sol en la cañá, cuando apareció por allí la zorra.
-¡Alcaraván, te vengo a comer acá!
-ah, bien. Pero para comerme a mí,
tienes que mirar para allá
y decir tres veces ¡alcaraván comí!
- ¿Para acá?
- Para allá.
- ¡Alcaraván comí!
¡Alcaraván comí!
¡Alcaraván comí!
- Será a otro tonto, pero no a mí.
Y se fue volando.

Estaba otro día el alcaraván durmiendo la siesta y llegó la zorra que lo cogió y le dijo:
- Alcaraván te pillé, hoy si que te comeré.
-Vaya hombre, hoy que tengo una boda en el cielo, ¿te quieres venir?
-¿yo? ¿En el cielo? yo es que no se volar.
-No pasa nada, yo te cojo del lomo con mis garritas y te llevo volando.

Y así tiraron para arriba, volando, volando, para arriba, volando, volando...

-¿ves el suelo?-Preguntaba el alcaraván.
-¡Sííí, un pocooo!

Y tiraron para arriba, volando, volando, para arriba, volando, volando...

-¿ves el suelo?
-¡Sííí! ¡La gente parece hormigas!

Y tiraron para arriba, volando, volando, para arriba, volando, volando...

-¿ves el suelo?
-¡No! Ya casi no se ve.
-Ala ¡pues tira con los de tu tierra!

Y mientras caía, la zorra decía:
-Si de esta escapo y no me muero
no quiero más bodas del cielo.
Si de esta escapo y no me muero
no quiero más bodas del cielo.
Si de esta escapo y no me muero
no quiero más bodas del cielo..
y PUM (dar golpe en una mesa)
se estrelló y acabó hecha una tortilla.
Y se acabó.

En memoria de Agustín caquene y Sofía pupila.


*Inspirado en un cuento tradicional extremeño que me contaba mi abuelo y con el que gané mi primer concurso de cuentos con 7 años.
Que cada cual adapte a sus niños el nivel de crueldad del cuento. A mí me lo contaban tal cual pero sin rimas y así me he quedado.



 

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