viernes, 18 de enero de 2013

Hasta Luego No Es Para Siempre.

-No me quites los ruedines.
-Que si nene. Venga que es muy fácil. Tú dale todo el rato a los pedales y yo te cojo del sillín.
La bicicleta arrancó a andar en dirección de la " otra casa".
-¿Ves como es fácil? Venga, ahora para casa de la abuela.
-Pero no me sueltes.
En el segundo trayecto, ahora cuesta abajo, fue más sencillo.
-Venga nene ahora a la "otra casa" otra vez.
Las piernas eran un molinillo y el manillar iba para todos los lados.
-¡¿Qué ?! ¡A que ha sido fácil!
-¿Porqué me has soltado?
-Has ido solo todo el rato. Venga ahora para abajo otra vez a casa de la abuela.
En el cuarto trayecto, ahora sabiendo que iba solo, el miedo estaba presente.
-¿Ves? Ya sabes. Ahora otra vez a la " otra casa".

-Venga levanta, que no ha sido nada. No llores. ¿Tú ves a Schuster llorar cuando le pegan una patada? Otra vez.

....

Sin palabras. En sus ojos se veía el orgullo de que el nieto de un pastor y un agricultor y el hijo de un trabajador del calzado y una modista se hubiese sacado una carrera universitaria.
Es por lo que tanto había luchado en los setenta.

....

-Hola.
-Hola papá.
-¿Me tengo que acercar mañana a quedarme con los nenes?
-No. Que te fatigas. Ya se acercan mis suegros.
-Ayer fui al medico y me hicieron una placa, un electro y una cosa de oxigeno.
-Sí, la saturación de oxigeno. ¿Cómo está todo?
-Bien. Me ha mandado un jarabe y unas pastillas para echar los mocos.
-Bueno.
-Venga. Hasta luego nene.
-Hasta luego.
.

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