martes, 26 de febrero de 2013

Eating A Sandwich


En la serie de mi experiencia vital, ayer se produjo un nuevo capítulo de esos que son para contar a los amigos, pero que JAMÁS contaré a mis hijos.


Después de un día agotador, de consulta (laaarga)^2 por la mañana y (laarga)^3 por la tarde por fin llegue a San Juan a recoger mi coche.
Se suponía que me tocaba entrenamiento de tirada larga para acumular volumen, pero después del día que había pasado y la mala noche anterior, no tenía ganas de pisotear el suelo.

Fui a coger mi coche y se me acercó un hombre.
-Please sir, taxi here?
(Buff, aquí un Taxi lo va a tener crudo).
No, enfrente del Mercadona y el Lidl de al lado de Lucentum no hay paradas de taxi.
- I go to Holladay Inn. I pay you Money, you carry us.

( Eeeeh, un momento) por mi cabeza paso un NO, eso es algo que no hay que hacer.
-No, no. Don't worry I call a taxi for you.


Entonces me fijé que eran 2 hombres de unos cuarenta y dos mujeres de unos 30 y por la pinta de ellas, casi seguro rusas.
Busco en el iPhone el teléfono de RadioTaxi Alicante. Llamo. Me atiende la choni-garrula de turno:
Le explico donde estoy.
-¿Cómo se llama la calle?
-(Y yo qué coño sé). Si le dice a un taxista que estoy cerca del Club Montemar, seguro que sabe donde es.
-Me tiene que decir el nombre de la calle o no puedo meter el aviso en la base de datos.

Me vino a la cabeza Madrid, año 2001. Mi primer piso compartido en García Noblejas.
Después de una primera noche aburrida solo en mi habitación, a la noche siguiente cojo un autobús que me lleva al Carrefour de Las Rosas. Me compro mi Philips de 17" para ver la tv en mi cuarto y cuando voy a subir con la caja de la televisión al autobús, me dice el autobusero que no se pueden subir bultos, que coja un taxi.
No hay paradas de Taxi y me voy cargado andando a mi casa que está a unos 4 km. Por fin pasa un taxi que me recoge.

-Venga, come on!
Al hombre le faltó hacer palmas.

Resulta que eran ucranianos, estaban de vacaciones y se habían ido a pasear y estaban perdidos.
Le pregunto la dirección del hotel, que no sé donde esta, ellos tampoco lo saben.
Paro el coche, busco en el iPhone. Calle Benidorm (joder, mi vida parece un puto bucle).
-Hellas!! (Vamos pallá)- como nos decían los taxistas en Grecia.

Suben al coche.
- Ucraina, ¿no?(A ver qué sé yo de Ucrania)- Sergei Bubka, Andrey Shevchenko...
Ostias ¿qué he dicho?
Resulta que Valery, que así se llamaba el tipo, se pone a hablar de política, que ahora son las elecciones allí.
-Timoshenko in jail. She pum pum politicians, she (esnifa) drugs. Shevchenko probably new president.

Y así sin darnos cuenta llegamos al Hotel Holladay Inn.
-Thank you Gus. How much??
-Nothing, nothing.
Me coge la mujer de Oleg, creo que se llamaba el otro, y me pone un billete de 10€ en la mano.
-¡Que no hace falta!
-Yes, yes. Thank you very much.

Luego,  pensándolo,  hice muchas cosas que se supone no se deben hacer; hablar con extraños, meterlos en tu coche, hacer de taxi pirata...
Pero en el momento no me dio miedo:
No llevo dinero encima.
Si me hubiesen querido robar el coche, con atracarme y quitarme las llaves les hubiese sobrado.
Si me hubiesen querido violar las ucranianas, al principio me hubiese resistido un poco (pero poco).

En fin, que me sentí bien ayudando a gente en apuros.

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