viernes, 8 de marzo de 2013

El Inconsciente

-Saps on està el gel?
-Al forn- contestó Marc.
-Juas!- Sofía hizo una mueca burlona- seràs borinot.
Entraron en la cocina.

Marc abrió la despensa.
-Queda vodka, dos de whisky obertes del cap de setmana...- siguió buscando- Voleu el vostre Peché?
-On estàn els gots de plàstic?- preguntó Sofía.
-En una borsa de Continente- contestó Marc- si no trobes per a tots, açí queden de tubo.

Marc cogió una bolsa de plástico y le enseñó donde estaban los vasos. En otra bolsa metió las cuatro botellas. Abrió la nevera de playa y sacó una botella de Coca-Cola de dos litros y una de Fanta de Limón.
-La baralla crec que està en l'habitació de Rafa.

Marc y Sofía entraron en la habitación del hijo del dueño de la casa.
La cama estaba sin hacer. Camisetas arrugadas tiradas por el suelo y apuntes desordenados esparcidos por encima del escritorio debajo de varios Jueves que hacían de pisa papeles, eran parte del escenario de la habitación.
Marc empezó a escarbar en los cajones del escritorio.


Sofía se quedó mirando unas Polaroid que estaban pinchadas en el corcho de la pared del que colgaba una bandera Estelada.
-¿De cuando son estas fotos?- preguntó ella.
-Del concierto de Alejandro Sanz.
-"Cómo te echo de menos..."- empezó a canturrear Sofía- La verdad es que estás hecho un guarro con las barbas que me llevas- dijo ella como hablando para si misma.
Dame un respiro!- dijo él mientras seguía buscando- me he pasado el verano currando y me tenía que afeitar todos los días.

-Al final- Sofía seguía mirando las fotos del corcho-¿Cómo has quedado con "esa" del coche?
-"Esa" tiene nombre- Marc empezó a buscar encima de la cajonera de pino llena de pegatinas del Bloc- ¿Donde habrá puesto la baraja? Pues nada, lo hemos dejado.
-¿Hemos?- Sofía se dio la vuelta y miró a Marc- No es lo que me ha dicho Carol.
Marc cesó en su búsqueda y se la quedó mirando.
-Si ya te ha contado lo que ha pasado ¿Qué quieres que te cuente?
Sofía le miraba mientras meditaba cómo preguntarle.
-Me ha dicho que la has dejado tú.
-Sois unas cotillas de los cojones- dijo Marc mientras reanudaba la búsqueda.


Sofía descolgó una foto del corcho.
-¿Es la bella esta d´açí?- preguntó ella.
-Sou imbécils- dijo Marc sin prestarle atención- Només ens trau dos anys.
-Te dit bella de guapa, que no t´enteres-dijo ella- no vella (vieja).
Marc le miró de reojo con cara de pocos amigos.


-¡Va!- dijo ella sentándose de un salto en la cama- ¿No me lo vas a contar?
Marc dejó de buscar las cartas.
-¿Qué quieres saber? ¿Que he estado currando todo el verano como un imbécil para irme a vivir con una tía que me mandoneaba y que vosotros os habéis quedado a gusto porque es lo que me decíais? ¿Que en el momento de la verdad, después de trabajar como un negro, he visto que era un error y decido dejarlo?- Marc hizo una pausa- Pues sí, gracias por regodearos en mi miseria. ¡Enhorabuena, habéis acertado! Sois una mierda de amigos.

Sofía le miró muy seria y no decía nada.
Va!- dijo él- Sólo te falta preguntarme si lo de irme a vivir con ella era para echar un polvo de mierda todas las noches.

-Marc- Sofía no sabía qué decirle- Marc, nadie se ha reído de ti.
Marc le devolvió una mirada de hastío y se sentó en la silla de madera del escritorio.

Sofía se levantó de la cama. Conocía muy bien a Marc y sabía que no expresaría sus sentimientos.
-Marc- dijo ella muy suave.
Se acercó a Marc y le abrazó la cabeza contra su vientre.
Sintió como él también le abrazaba y apretaba en un abrazo más sentido.
-Estic fet una merda- dijo Marc dentro de aquellos brazos que conocía tan bien- Sento que vaig per la vida com cagalló per sèquia.

Sofía se sentó en las rodillas de Marc y le abrazó el cuello acariciándole su pelo cortado al uno. Siempre le gustó acariciarle la cabeza y la sensación de lengua de gato de su pelo estilo militar.
-Es una mierda equivocarse- dijo él.
-Es que tienes que equivocarte Nene- dijo ella- la vida son equivocaciones, si no, no vives.

Sofía aflojó el abrazo y se separó un poco de Marc para poder mirarle a los ojos.
-Siempre has querido vivir rápido Nene- dijo ella en un susurro- Siempre has vivido rápido. Como un inconsciente.
Marc miró a Sofía con ojos comprensivos, muy abiertos, hizo una pausa y habló muy bajo.
-Si ahora fuese hace dos años, te llamaría Nena y sabría que querrías hacer el amor conmigo.

***
Carol estaba buscando el café en la despensa. Los padres de Rafa seguro que tenían un paquete para cuando iban el fin de semana a la playa.
Encontró la cafetera de hierro y detrás había un Tupperware cilíndrico marrón con un dibujo naranja en un costado.
Le temblaban las manos. Respiró hondo intentando centrarse en el asunto del café.
Como pudo, abrió el plástico y le recibió el aroma a café molido.
Con manos nerviosas, se lo llevó todo a la encimera de la cocina.
Intentó abrir la cafetera pero no pudo, no tenía ánimo para hacer fuerza. Cogió con una mano el asa negra y con la otra abrazó la parte de abajo de la cafetera.
-Puta!

-Si intentas abrir así la cafetera, te vas a cargar el asa- dijo Marc.
Carol se sobresaltó. Le tendió la cafetera.
-Prueba tú- dijo Carol.
Marc cogió la cafetera y giró el depósito haciendo fuerza. Al final, giró sobre sí mismo y se abrió. Marc sonrió satisfecho.
-El mérito es tuyo, me la has aflojado.

Carol no sonreía. Cogió las dos partes de la cafetera y le dio la espalda a Marc. Se dirigió al grifo y llenó el depósito. Le seguían temblando las manos.
-¿Ahora quieren café para jugar a las cartas?- dijo Marc- ¿Pero no íbamos a empezar con los cubatas?
-Sí- a Carol casi ni se le oía- Ginés dice que se dormía.
-Pues si quieren todos, con esa cafetera no preparas ocho cafés- dijo Marc.

-¿Estáis preparando café?- preguntó Sofía que entraba en ese momento en la cocina.
-Sí- contestó Carol sin mirarle- Mira a ver si encuentras tazas para todos.
-Mejor vasos de plástico y así no hay que liarse a fregar luego- dijo Marc.
Durante unos instantes, ninguno de los tres dijo nada.
-Bueno, voy a sacar la bebida y el hielo, ahora vengo a ayudaros a sacar las cosas del café- Marc se cargó con las bolsas y salió al porche de la casa.

Las vistas de la casa de playa de los padres de Rafa eran espectaculares. Desde el porche se veía el mar y L' Illa.
-¿Quién quiere un chorro?- preguntó Marc interrumpiendo el debate sobre si las dos lenguas eran lo mismo.
-¿Has ido a buscar las botellas a la destilería?- preguntó Ginés.
-Estaba haciendo una cata- bromeó Marc-. Voy a ayudar a las chicas con el café.

Marc entró en la cocina y vio que Sofía y Carol se estaban mirando muy tensas. Ninguna de las dos hablaba. La cafetera emitía un sonido inequívoco indicando que el café ya había subido.
Marc no entendía muy bien la escena.
-Se va a quemar la cafetera- se acercó al fogón y apagó el gas.
Observó a Carol y Sofía que seguían mirándose sin decir nada.
Extrañado, cogió una bandeja metálica y puso el azucarero, un bote de leche condensada, unos vasos de plástico y la cafetera.
-Dejadlo, no me ayudéis- bromeó Marc.
Las dos seguían mirándose sin hacerle caso.
-¿Pasa algo?- preguntó él.
-No pasa nada- contestó Sofía mirando muy seria a Carol- ahora te ayudamos a sacar las cosas. Dile a Rafa que deje de tocarse los huevos y que venga a decir donde están las cosas que para algo la fiesta es en su casa.

Marc salió a la terraza cargado con la bandeja del café.
-No creo que las cuatro y media de un viernes sean horas para hablar de política- dijo Marc.
-Es verdad, sois un rollo- dijo Suny- vamos a jugar al Hijo Puta.
-¿Y las cartas Marc?
-No las he encontrado- dijo Marc- Rafa ¿Donde están las barajas?
-En un cajón de mi escritorio al lado del walkman.

***
Cogieron el autobús de vuelta a la ciudad.
Al llegar a la estación de autobuses, cada cual marchó en su dirección. Marc y Carol vivían muy cerca y se fueron juntos. Los dos marchaban en silencio, cansados después del largo día.
Llegaron a la esquina donde siempre se despedían.

-Marc- dijo ella- ¿Qué te pasa tío?
Marc se la quedó mirando.
-Ahora no puedo quedarme a hablar, si llego tarde a casa, me echan el paquete.
-¿Quedamos mañana para un café en Leberry?
-¿A las cuatro y media?
-Vale.
-Hasta mañana.

***
Carol llegaba un poco tarde. Se cogió al asa de su bolso y apresuró el paso debajo de los soportales que llevaban a Leberry.
Seguro que Marc ya le esperaba dentro. Entró en la cafetería y buscó con la mirada a través del humo. Marc estaba sentado en la mesa que casi siempre ocupaban, al lado del ventanal que daba a la calle lateral. No estaba solo, Sofía y Ginés estaban con él.
-Este tío es tonto- dijo Carol para sí misma.

-¡Hola!- Ginés saludo a Carol con dos besos.
Marc se levantó, le dio dos besos a Carol y le preguntó qué queria tomar.
-¿Qué estas tomando tú?- preguntó ella.
-Un café bombón.
-Lo mismo- afirmó ella. Se fijó en que Marc se había afeitado.
Marc se acercó a la barra.
-¿Tienes tabaco?- preguntó Sofía.
-Sí- Carol sacó el paquete de Fortuna del bolso y le ofreció un cigarrillo a Sofía.
-¿Ya nos vais a apestar la ropa?- se quejó Ginés.

***
-Me tengo que marchar ya- dijo Sofía- tengo que ayudar a mis padres a recoger el puesto.
-Si vas para el centro, te acompaño- dijo Marc.
Carol miró a Marc muy seria y resopló.
-Bueno. Espera que tengo que ir al baño- dijo Sofía.
Sofía se levantó y fue al fondo de la cafetería.

-¿Qué estas haciendo Marc?- dijo Carol muy seria.
Marc la miró un poco extrañado levantando los hombros.
-Marc, te estás equivocando- siguió Carol.
-¿De qué?- preguntó él.
-Tío, lo que te ha pasado con Sandra es una putada, pero liarte con Sofía no te va a ayudar a superarlo.
Marc guardó silencio.
-Sofía no es quien tú conocías hace dos años.
-¿A ti quién te ha preguntado?- dijo él.
-Marc, Sofía lo único que tiene de santa es su Santo que celebramos ayer- Carol se acercó más a Marc- Tío, piensa por una vez en tu vida con la polla y no te dejes llevar por lo que sientes, que Sofía no va a volver contigo.
-¿Tú que sabrás?
-Líate con Suny, pásalo bien una temporada, pero no quieras olvidar lo de Sandra con alguien por la que sientes algo, además que ella no querrá volver contigo.
-No voy a volver con ella- dijo Marc.
-Ayer os vi en la habitación de Rafa- soltó Carol.

Marc se quedó callado unos momentos mirando a Carol.
-Marc, que ella sólo está pensando en irse a Valencia con lo del Partido- dijo Carol- creo que está medio liada con uno de Valencia.
-Para ti es fácil dar consejos de pena porque nunca te pones en mi situación- dijo Marc- me juzgas sin tener en cuenta mis circunstancias.
-Marc, ayer hablé con ella en la cocina y le dije que de qué iba liándose ahora contigo- dijo Carol intentando que Marc comprendiese- y me dijo que sólo quería animarte. Yo le dije que así no te animaba, que así te iba a liar y es lo que te pasa, que te estás equivocando.
-Eres muy cruel- dijo él- ¿Me estas diciendo que se enrolló conmigo por lástima?
-Sí tío- Carol prefirió hacerle daño- no es buena tía. Te estás equivocando.
-Si no te equivocas no vives- dijo Marc- Tus consejos son de puta pena. Prefiero equivocarme a quedarme como estoy.

En ese momento, Sofía salía del baño y se dirigía hacia ellos.
Carol la vio venir y vio cómo a Marc se le iluminaba la cara.
-Marc, no lo hagas, te vas a dar una ostia.
Marc guardó silencio. Cuando Sofía estaba a dos mesas de distancia de ellos, se levantó y salió a su encuentro.
-¿Vamos?- preguntó él.
Sofía asintió con la cabeza. Marc se acercó a Ginés que estaba hablando con unos chicos en la barra para despedirse.

***
Marc y Sofía iban caminando juntos sin decir nada durante un par de manzanas.
-Has estado un poco raro hoy en la cafetería- dijo Sofía.
Marc guardó silencio, caminaba mirando al suelo.
Pasaron otra manzana más. Cuando estaban a la altura de la puerta de un teatro, Marc paró un momento.

-Espera un momento Sofía.
Sofía paró en seco y se le quedó mirando. Marc pudo ver en su cara un gesto de que comprendía una cosa que no le gustaba.
-No puedo parar Marc, llego tarde y me llevo la bronca- dijo ella reanudando la marcha.
-Bueno- eso le dejó descolocado. Siguió el paso de Sofía que andaba cada vez más rápido-. Sofía, yo el año pasado estuve saliendo con gente y este año con Sandra. Esta semana he estado con Suny pero...
Sofía paró en seco y miró a Marc.

-Me he dado cuenta de que lo único que estaba haciendo, era tratar de olvidarte, tratar de engañarme con otras personas y olvidar que no puedo remediar pensar en ti todos los días desde que lo dejamos.

Sofía guardó silencio unos segundos, tomó aire y lo soltó.
-Marc, tú ahora mismo eres parte de mi pasado- dijo ella-. Allí estás bien.

Él la miró durante unos instantes guardando silencio.
-Me tengo que ir- dijo ella.
Dio la vuelta dándole la espalda. Paró el paso, giró sobre sus talones, le acarició la cabeza, sonrió y se fue.

***
-¿Cenas algo antes de irte con los amigos?
-Hoy no salgo- dijo Marc.
-¿No sales un sábado?
-No hemos quedado, además no tengo ganas.
-Pon la mesa.

La cena consistía en merluza a la vizcaína.
Marc sólo estaba bebiendo Fanta de Naranja.
-No bebas tanto gas, que luego se te hincha el estómago- dijo su madre- y empieza a cenar que eso frío no vale.
Marc obedeció. Picoteó el plato. Hacía pasar los bocados de merluza con tragos de Fanta.

-No has cenado nada- dijo su madre.
-Me he comido un gofre- mintió Marc- no tengo mucha hambre.
-¡Claro! Has guarreado, te has llenado de gas y has matado el hambre.
-Bueno, me voy a mi cuarto a leer.

Cogió un libro pequeño de la estantería, Juan Salvador Gaviota de Richard Bach y se tumbó.

Marc dio un salto en la cama, fue corriendo al cuarto de baño y vomitó el café bombón, la merluza y la Fanta.


que esto ocurriera y que no pasa nada,
sólo me da la razón, y que he estado aprendiendo
de cada momento que he estado contigo.
Y pienso aplicar contra mis enemigos
tus tácticas sucias de acoso y derribo,
que también he sacado algo bueno
de todo este enredo.

Y quiero que sepas 
que espero que acabes 
colgando de un pino
cuando veas lo imbécil que has sido,
cuando veas que lo has hecho fatal.

Y que quiero que sepas 
que ha sido un infierno,
estando contigo
el infierno es lo más parecido,
te pareces un poco a Satán.

Quiero que sepas que me he acostumbrado
a tus putas escenas de "ahora me largo".
Lárgate ya de verdad que sería una suerte 
si no vuelvo a verte en los próximos años.
Por mí que podías tirarte de un tajo
que ya lo que hagas me trae sin cuidado.
Si me pongo a pensarlo un momento
creo que lo prefiero..

Así que ya sabes 
que espero que acabes
pegándote un tiro
cuando veas lo imbécil que has sido,
cuando veas que lo has hecho fatal.

Y que quiero que sepas
que ha sido un infierno, 
estando contigo
que por poco no acabas conmigo,
pero soy difícil de matar."

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