viernes, 29 de marzo de 2013

Segundo Premio

*Relacionado con La Mesa (Segunda Oportunidad), La Cama

Inspira, inspira, expira, inspira, expira, inspira,inspira, expira, inspira, expira.
El aire frío de la noche te taladra los pulmones.
Inspira, inspira, expira, inspira, expira, inspira,inspira, expira, inspira, expira.
Sientes la corriente helada que te seca el sudor de la frente.
Inspira, inspira, expira, inspira, expira, inspira,inspira, expira, inspira, expira.

“Cuando no te puedas mantener en pie,
y ya no te quede nada por beber.
Y tengas que volver,
y tengas que volver.
Y tienes tanto que explicar 
que no te pienso escuchar.
Y no sepas que hacer…”



-¡Vaya hijo de puta!
Inspira, inspira, expira, inspira, expira, inspira,inspira, expira, inspira, expira.
-No creo que lo haga porque sea mala persona.
-Perdona, es ¿la tercera que te hace?
Inspira, inspira, expira, inspira, expira, inspira,inspira, expira, inspira, expira.
-No llevo la cuenta ¿Para qué?
Inspira, inspira, expira, inspira, expira, inspira, inspira,expira, inspira, expira.
-En realidad la culpa es mía por...- inspira,Inspira, expira, inspira, expira, inspira, inspira, expira, inspira, expira- porconfiar en él.
-¡Mándalo a tomar por culo!
-No creo que supiese ni porqué se lo dijese- inspira,inspira, expira, inspira, expira, inspira, inspira, expira, inspira, expira-. Creo que sólo es que está pagado de sí mismo y no ve dos palmos  más allá de su iPad- inspira, inspira, expira, inspira, expira, inspira, inspira, expira,inspira, expira-. Nunca he tenido que ir chupando el culo de nadie por una amistadInspira, Inspira, expira,inspira, expira, inspira, inspira, expira, inspira, expiraen fin, de lo que siembre que recojaLa otra tarde, si no es porque, encima soy tan imbécil que me cae bien, me hubiese caído como una patada en los huevos.

“y no sepas que hacer.
Y lo que tienes que decir
es algo que no quiero oír.
Esta vez nadie te va a preguntar…”


Inspira, Inspira, expira, inspira, expira, inspira,inspira, expira, inspira, expira.
-Yo me tengo que ir ya. He quedado.
Se chocaron las manos.
-Vale tío. Voy a dar una vuelta más.
Subió el sonido del iPod.

“Y si piensas volver
Y si piensas volver
Si lo has pensado alguna vez
puede que entonces yo no esté
Y ¿qué vas a ofrecer?,
y ¿qué vas a ofrecer?
Si lo que antes te sirvió
no tiene ya ningún valor.
Si te esfuerzas puedes desaparecer,
Y si vas a volver…”



“Time forty minutes- Distance eight point one kilometers- Pace four minutes thirty-seven minutes per kilometer- Current Pace four minutes twenty seconds per kilometer.”



La voz en off del programa de monitorización de entrenamiento, le avisó de que había llegado al final de la sesión de hoy.
Bajó el ritmo de carrera para recuperar pulsaciones, apagó la app, insertó el comentario para compartir en las redes sociales y salió del parque. Sólo escuchaba el latido de su corazón y la música del iPod.

Siguió corriendo a un ritmo menor para no enfriarse en el camino a casa. Al pasar por la plaza del Ayuntamiento, de reojo, vio una melena conocida, volvió a mirar para asegurarse de que era ella.
Estaba con otra chica y llevaba una bolsa de deporte  Nike en la mano. Ella le miró y le saludó. Pareció dudar un momento y se decidió.
-¡Marc espera!

Marc paró de correr y se mantuvo a unos diez pasos de ella. Apagó el iPod. Ella se despidió rápido de su amiga y se acercó a donde esperaba él.
-Hola atleta- dijo regalándole una mirada cariñosa.
-Hola Sofía.
Sofía se acercó otro paso más para darle dos besos. Marc dio un paso atrás. Ella se dio cuenta.
-¿Cómo estás?
-Voy tirando.
-¿Sigues corriendo?
-Nunca he dejado de correr.
Un frío silencio les separaba.
Ella se percató de que él estaba incómodo y se le borró la sonrisa de la cara. Marc respiró hondo.
-He quedado para correr con James. Ya voy de vuelta a casa.
No pasaba mucha gente por las calles a esa hora. Un nuevo silencio se apoderó de la conversación.
-Yo vengo de inglés- Sofía le miró de arriba abajo, Marc se percató de ello- ¿Qué tal el trabajo?
-Muy bien, he renovado.
-Sí, ya lo vi- sonrió ella- ¿Qué tal los…-Marc le interrumpió.
-Sofía, ¿De qué vas?

A ella se le borró otra vez la sonrisa de la cara.
-Marc...
-¿De qué hostias vas?-  Marc hablaba muy tranquilo- ¿De amigacha porculera? ¿De “aquí no ha pasado nada” y ahora aparezco y tenemos que ser amigos?Sofía le devolvió una mirada entristecida- A ver si te crees que no sé que sabías lo de mi padre y ni un puto mensaje.
-Marc ¿Qué querías que hiciese? Todo estaba muy reciente. Para mí todo esto no ha sido fácil ¿Sabes?
-No cuesta tanto comportarse como una persona normal. Fuiste la única que no dio señales de vida- Marc hablaba en un tono extrañamente tranquilo-. Que lo nuestro no fue a ningún sitio, de acuerdo, pero después de tanto tiempo...
-Marc, que lo nuestro no haya funcionado,no significa que no te aprecie y que quiera que seamos amigos.
Marc miró al suelo y negó con la cabeza.

-Tío, nos conocemos hace mucho y sé que tú también me aprecias.
Marc se quitó el puf de la cabeza y se lo puso en el cuello para no enfriarse. La miraba impasible.
-¿Te apetece que quedemos un día? En plan amigo, sin presión, hablamos de nosotros, nos aclaramos y quedamos en paz.
-Ahora estamos hablando- dijo él. Sofía le dedicó una sonrisa irónica.
-¡Venga va!- dijo ella-  no seas crío. ¿Qué quieres que te diga?
Marc se restregó la cara con una mano como si la conversación le estuviese dando dolor de cabeza. Dio unos golpecitos al suelo con la punta del deportivo y la miró.

-Tengo que reconocer que encima soy gilipollas y soy incapaz de odiarte- dijo detrás de una sonrisa resignada.
Sofía se acercó para darle un abrazo. Él volvió a echarse hacia atrás.
-No me toques mujer, que voy todo sudado y hecho un cerdo.
Los dos sonrieron. Guardaron un corto silencio.
-El viernes he quedado con Joan y Loe para ir a una “cena maridaje” en Casa Mama Lola. La bodega Torres trae un sommelier y presentan sus vinos. Son treinta euros. ¿Quieres venir?

***
Marc había recogido a Sofía con el coche y habían llegado al restaurante antes que Joan y Loe.
Bodegas Torres había preparado una  recepción en la puerta del restaurante. Un par de camareros se paseaba entre los ochenta invitados que completaban el aforo máximo del local.
La copa de bienvenida consistía en champagne. No dieron ningún aperitivo de entrante para acompañar.
Mientras esperaban a sus amigos, tomaron un par de copas.
-¡Hola!- Joan y Loe aparecieron un cuarto de hora tarde.
Intercambiaron los besos de rigor.
-Tardones- sonrió Marc- venga que os quedáis sin champagne. Aunque la verdad es que no está muy allá.

A las nueve y media, el personal del restaurante les comunicó que podían ir pasando.
Les habían asignado en una mesa para cuatro.

-Buenas noches- el murmullo de la gente  no permitía escuchar muy bien al orador- Buenas noches- poco a poco las voces se fueron acallando.
-Es un placer para mí daros una noche más la bienvenida a nuestra Casa.
Veo muchas caras amigas, así que ya conocéis las cenas maridaje de nuestro mesón. En nuestra pasión por el mundo del vino, hace tiempo que organizamos una vez al mes este tipo de eventos.
Hoy nos visita Bodegas Torres. Para ayudarnos a sacar el máximo partido al maridaje de hoy, tenemos el placer de contar con Xavi Folls, sommelier de la bodega, que nos guiará en la experiencia.
Torres nos presentará hoy cinco vinos. En la recepción habéis podido probar Piper-Heidsiek, es un champagne elaborado con chardonay y pinot meunier que pertenece al grupo Torres. Pero creo que es mejor que Xavi sea quien os de los detalles técnicos de los vinos de hoy.

-Hola buenas noches. Como ha introducido Daniel, hoy presentaremos cinco vinos que maridarán con los platos que hemos convenido con su jefe de cocina. 
Para quien no lo sepa, lo de maridar es que el vino, por su sabor y características, “casa”,es marido y mujer, con el plato que va a ser consumido.
Después iré presentando cada vino y sus características antes de la consumición de cada plato, pero les adelanto que de primero serviremos un vino blanco Milmanda, seguiremos con Santa Digna un rosado de nuestra bodega de Chile , de nuestra gama de tintos, hemos elegido Mas Borràs y para el postre, un vino dulce, Vendimia Tardía.

Pasaron a tomar el primer plato.
Una vez les fueron servidas las copas con el vino blanco, Xavi Folls, hizo la descripción del vino y la nota de cata y explicó porqué maridaba con el pescado servido.
-Está rico- Joan metió de nuevo la nariz en la copa y dio otro sorbo al vino- no tiene nada que ver con Viña Sol.
-Tampoco creo que cueste lo que vale Viña Sol- le sonrió Loe.
A Marc le pareció que era un vino de sabores muy complejos y que, en realidad, no casaba mucho con el rape que les habían servido, porque se imponía en exceso por encima del sabor plato, pero el vino era muy bueno.

De segundo sirvieron el rosado, según Xavi, Santa Digna era un vino con la facilidad de entrada en boca de un blanco y la complejidad de tono largo de un tinto, lo que lo hacía idóneo tanto para carnes blancas como para arroces o pescados.
Los camareros, dejaban una botella de vino en cada mesa. La conversación se fue animando, de manera que no giraba en absoluto en torno a los vinos que estaban probando.
-¡Ay!- dijo Loe- No queda más vino y estoy seca.
-Perdone- Marc se dirigió a un camarero-se nos ha terminado el vino.
-Ahora les traigo otra botella, está pensado una botella cada dos personas.

El servicio se retrasó un poco para retirar el segundo plato y dar paso al tercero. Mientras tanto la tercera botella de vino también cayó.

Marc ya no llegó a prestar atención a la explicación del vino tinto. Se notaba en una nube. 
En su neblina, se dio cuenta de que empezó a beber copas de vino como si fuese agua. En su mente se dio la señal de “guarda la compostura” cuando se acercó Xavi a interesarse por su opinión por los vinos que estaban probando. Prefirió no decir nada, porque se dio cuenta que le costaría mucho hilvanar una frase coherente. Se fijó en Sofía que estaba a su lado con la mirada perdida.

Del vino de postre, ni supo si lo había probado.

La siguiente imagen que vino a su mente, fue verse con Joan, Loe y Sofía en Rompeolas
No recordaba haber ido hasta el centro de la ciudad en coche, supuso que habrían ido todos en el coche de Joan.
Loe le llevó una copa de ron con cola y le llevó otra a Sofía.
Conforme le dio la bebida, Marc sintió cómo le salpicaban los camales de los pantalones.
-Joan, pídele otra copa a Sofía que se le ha caído- dijo Loe.
Marc no era consciente ni de si se había reído de lo sucedido, dio un largo trago a su cubata y siguió en trance sin decir nada.
Joan le dio la copa a Sofía y esta vez Marc sí que vio como se le caía de la mano y se volvía a romper en el suelo.
Joan se desternilló.
-Tía, pareces un muñeco de Playmovil con la mano grande- dijo Loe.
-Voy a traerle otra- propuso Joan.
-Déjalo Joan- dijo Loe- creo que va hasta arriba, no vale la pena darle más alcohol.

Marc se vio en la puerta de Santa María balanceándose adelante y atrás y Joan preguntándole algo.
-Marc- dijo Joan- ¿Dónde vive Sofía?
-En su casa- dijo él balbuceando.
-Joder tío, pareces un puto bucle, eso ya me lo has dicho tres veces ¿Te acuerdas en qué calle o cómo llegar?
-Joan déjalo, que se vengan a casa a dormir la mona y ya está- dijo Loe.
-No me acuerdo del- Marc paró- del, del nombre de la calle, pero sí que sé ir.
 Decidieron que cogerían el coche de Joan y Marc les guiaría a la casa de Sofía para dejarla.

Marc iba sentado en el asiento de atrás con Sofía al lado. Iba dirigiendo a Joan hacia las afueras.
-¿Sofía vive en el campo?- preguntó Loe.
Joan levantó los hombros en un signo de que lo desconocía.
Marc les dio una vuelta por caminos sin asfaltar hasta que llegaron a una casa de campo sin verja de la zona de la huerta.
-Hostia- dijo Joan- ¡Marc! ¡Nos has traído a la casa de campo de tus padres!
-Aquí vive Sofía- se medio entendió a Marc.
-¿Ahora qué hacemos?-  preguntó Loe.
-Conozco la casa- dijo Joan- los acostamos a cada uno en una habitación y ya mañana que se las arreglen.
-No sé si es buena idea- dijo Loe- Marc está cabreado con Sofía y lo de hoy era una excusa para hacer las paces. Lleva una temporada saliendo con Júlia.

Marc se despertó de un sobresalto. Seguía ebrio y no entendía donde estaba. Alguien había encendido la luz y vio cómo salía corriendo de la habitación.
Marc saltó de la cama y siguió a quien había salido apresuradamente de su cuarto.
Una mujer se dirigía al cuarto de baño,era Sofía.

Sofía estaba vomitando. No le había dado tiempo a llegar al aseo y había empezado a devolver en el pasillo dejando un rastro de vómitos hasta el indoro. Una vez allí, no le había dado tiempo a abrir la tapa del sanitario y estaba potando contra la pared.
Se acercó a Sofía y le cogió la cabeza dirigiéndosela hacia el plato de ducha. Sofía parecía un aspersor devolviendo todo lo que había cenado ese día. Después de regurgitar un par de veces más, parece que ya se quedo aliviada.
Con lágrimas en los ojos, se abrazó a Marc.

-Ya, ya- le consolaba él como si de una niña pequeña se tratase- ¿Te encuentras un poco mejor?
Ella asintió con la cabeza. Marc le pasó un par de tiras de papel higiénico y ella se secó la cara y la boca.
-Vete a la cama que voy a recoger un poco  esto- dijo él.
-Yo te ayudo- dijo Sofía.
-No déjalo. Vete a dormir y voy recogiendo la empastrá que si no mañana no va haber quien lo limpie.

Sofía salió del cuarto de baño y Marc se fijó en que iba con el culo al aire debajo de su blusa verde champagne de Zara.
Fue a coger la fregona y el cubo, y lo llenó un poco en la ducha. Comenzó la tarea de recoger, borracho aún, los restos de la cena que había dejado Sofía por el pasillo y el cuarto de baño.

No pudo limpiar mucho, le tocó salir corriendo al aseo. Levantó la tapa del inodoro y dio buena cuenta de lo comido aquella noche contra el fondo de la taza.
La vomitera le vino bien, le despejó un poco. Se lavó la cara.
-Mierda-  se dio cuenta de que él también iba desnudo de cintura para abajo.

*BSO Desaparecer-Los Planetas
 *Relacionado con La Mesa (Segunda Oportunidad), La Cama

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