miércoles, 20 de marzo de 2013

El Regalo

*Relacionado con Siberia

-Holaaaa!- ella le recibió con un abrazo al cuello y dos besazos.
-¡Hola!- le devolvió él el saludo pasándole un brazo por la cintura- ¿Qué tal estás?
-Bueno, aquí pasando el rato- dijo ella detrás de una gran sonrisa-. Cuando me has dicho que estabas en recepción, creía que estabas abajo.
-He mirado el directorio y he visto que era en la segunda planta- explicó él.
-Ven, te invito a un café- ella le adelantó un paso para indicarle el camino.

Siguió a la chica que vestía de blanco hasta una puerta morada.
-Pasa- le abrió la puerta.
La estancia era cuadrada. Un sofá verde tres plazas, una mesa de madera blanca, una nevera metalizada, una mesa de comedor de cristal y cuatros sillas, componían la decoración del office.
-¿Arpeggio?- dijo ella mientras cogía una cápsula morada de un bol de cristal con cápsulas de distintos colores.
Él le guiñó un ojo y se sentó en una de las sillas.


-¿Qué tal va la guardia?- preguntó él mientras echaba medio sobre de azúcar en el vasito de plástico.
-¡Déjate de guardias!- exclamó ella sonriendo- Cuéntame lo de la chica esa.
Marc no pudo evitar soltar una carcajada.
Se quedó mirando su vasito de plástico desechable y miró la taza en la que ella se había servido su café.
-Me gusta tu taza de SuperCoco.

***
Marc llegó temprano de trabajar.
Abrió la puerta del portal de su casa, miró en el buzón y cogió la colección de folletos de publicidad de Mediamarkt, BricoDepot, API inmobiliarias, Carrefour y una carta de Santander.
Entró en el ascensor, se pasó los folletos de publicidad bajo del brazo y abrió la carta del banco.

El ascensor llegó al rellano del cuarto. Marc se dirigió a la puerta dos.
Andaba distraído repasando el extracto de la cuenta corriente. Levantó un momento la mirada para asegurarse de no tropezar con nada, volvió a concentrarse en la carta del banco cuando volvió a levantar la mirada hacia la puerta de su casa. Había algo colgado en el pomo de la puerta.

Marc , curioso, aceleró el paso. Al llegar a la puerta de su casa, vio que había una bolsa de plástico negra con un post it pegado.

"quiero que quedemos otra vez!!"

Sonrió, abrió la puerta de la casa con la mano que tenía libre, dejó la carta del Santander y los folletos de publicidad en una mesita que había en la entrada de su casa y salió a coger la bolsa.
Cerró la puerta y se dirigió al estudio, abrió la bolsa y miró en su interior.
Una caja de cartón envuelta en papel de regalo rojo era todo lo que había.
Sonrió preguntándose qué le habría regalado ella.
Salió al patio, se quitó los zapatos y se puso las zapatillas granate de Celia Ruiz tan cómodas que le hacían sentir que por fin estaba en su hogar.



***

-¿Pero es que la has llevado a tu casa?- le preguntó ella.
-Aún no- respondió Marc.
-Entonces¿Cómo sabe donde vives?
-Una vez que quedamos, le comenté la plaza donde vivo, imagino que habrá mirado el apellido en el interfono.
La chica que vestía con pijama blanco, dio un sorbo a su café.
-Esa tía es una psicópata.
Marc empezó a desternillarse.
-Sí, tú ríete- dijo ella sonriendo- Anibal Lecketer, ya verás. Un día llegarás a tu casa y te encontrarás una cabeza de caballo en la cama.
-No sé tú, pero yo la carne de caballo que he visto mas cerca, han sido las albóndigas de Ikea- bromeó Marc.


***
Marc rompió el papel de regalo rojo y abrió la caja de cartón.
Sacó el contenido de la caja y miró el objeto.
Arrugó la frente, sonrió, volvió a mirar el objeto y se dio cuenta de que tenía pegado otro post it.

"No sé si te gustará,
 pero lo que sí que sé es que tarde o temprano lo usarás
 y te acordarás de mi."

***

-¿Nos haces una foto?- le preguntó a la camarera.
Su amigo y él posaron con sus Murphy´s y los gorros verdes de merchandising que les habían regalado con las pintas en el pub.
-Sloncha!- brindaron en gaélico.


-¿Pero cuantas veces has quedado con la chica esa?- le preguntó su amigo.
-Tres veces en las últimas semanas- contestó Marc.
-Ya- dijo su amigo- eso ya me lo has contado. Lo digo porque el regalito se las trae.
-Me lo dices o me lo cuentas- sonrió Marc.
-Es que es la tela. ¿Es algo vuestro? ¿Alguna complicidad vuestra?
-Pues la verdad es que no lo sé- Marc guardó silencio unos segundos pensativo-. Casi siempre estamos de broma, es muy simpática. Tal vez es algo que hemos hablado y no caigo.
-Cuando quedas con ella, no deberías tomar cerveza, que luego no te acuerdas de lo que hablas y te hace regalitos raros y no pillas la coña.

***
Marc miró de nuevo el objeto.
-¿Y esto?- se preguntó a si mismo en voz alta.
No entendía nada. El regalo le pareció original, pero no entendía a santo de qué le hacía ese regalo.

***
-¿Lo llevas encima?- preguntó ella.
Marc no contestó, abrió la bandolera y extrajo el regalo.
-Es que encima es negro- la chica no podía parar de reír-. Lo que yo te diga, psicópata. Es mejor que no la vuelvas a ver o un día desaparecerás y encontraremos trocitos de Marc en las alcantarillas.

***
Marc decidió que le gustaba.
Sonrió para sí mismo y pensó en mandarle un WhatsApp para agradecerle el regalo.
Cuando cogió su móvil y la buscó en el listado de contactos, vio el estado de ella.

"Sé más fuerte que tus excusas"

***
-¡Ese es tu estado de WhatsApp!- dijo la chica de blanco.
-Ya lo sé- dijo él sonriendo.
-Cuando quedaste con ella para cenar ¿no te fijaste en si llevaba un frasco Rohypnol?
-¿Eso que es?- preguntó él.
-Es flunitrazepam. Es conocida como la droga de los violadores- dijo ella riendo.
-Que yo sepa no me ha violado- exclamó él entre carcajadas- creo que lo recordaría.
-Dexter- dijo la chica de blanco- esa tía es Dexter.

***
-Déjame verlo- dijo el chico del gorro verde.
Marc extrajo el objeto de la bandolera y se lo mostró.
-¿Y aún no te la has llevado a la cama?- dijo mientras sopesaba el objeto negro y suave con una mano- Blanco y en botella.
Marc negó con la cabeza sonriéndo.
El chico repasó con el dedo meñique el grabado que tenía en la superficie el objeto.
-¿Por qué no lo llevas puesto?
-Es que si al menos fuese plateado o incluso de cuero, lo vería más normal, pero así y tan grande...


***
Marc cogió el objeto y se dirigió a su habitación. Abrió la puerta del vestidor. El espejo de cuerpo entero le devolvió una imagen real e inversa de sí mismo.
Se probó el regalo y decidió que le gustaba.
Sonrió unos instantes mientras repasaba la imagen que veía en el espejo.

***
-Seguro que le ha echado un embrujo- dijo ella- un vudú o un filtro de posesión de tu alma.
-No es tan rara no te pases- dijo Marc entre carcajadas.
-Te voy a hacer un favor- dijo la chica- te lo bajo a la incineradora de residuos de metales del hospital y te olvidas del asunto y de la chica.

***
-Mola- dijo el chico probándoselo- ¿Y dices que está buena?
-Es muy guapa- dijo Marc- pero lo que más me gusta de ella, es que cuando estamos juntos, el tiempo se detiene.
-Tú estás encoñao- bromeó el chico.
-Es posible- dijo Marc sonriendo-. Ahora en serio, es muy inteligente y tengo que reconocer que al regalarme esto, no he dejado de pensar en ella en todo el día- Mars dio un trago a su pinta de Murphy´s-.  Lo tengo decidido, voy a quedar con ella y le voy a regalar algo tan sencillo y especial como lo que me ha regalado ella.
-Yo no haría eso- dijo el chico- no sea que le parezca tan raro como te ha parecido a ti su regalo y la asustes y salga corriendo. Es mejor que cuando la veas, lo lleves puesto y averigües el por qué de regalarte esto.
-Ya lo tengo y lo mejor es que, cómo el suyo, sólo cuesta doce euros.

“Abro la puerta de mi ático,
vuelvo del trabajo.
Me pongo cómodo soy práctico,
fuera los zapatos.
 Me ha dejado una nota muy romántica,
quiere que quedemos otra vez.
Y dentro de una bolsa de plástico,
su extraño regalo.
Si quiso ser original, lo ha hecho fantástico .
No me parece normal llámame clásico
 ¿cómo, cómo agradecerte este regalo?

 Nostálgico, excéntrico, democrático,
puede que para ti incluso romántico,
de un modo que no entiendo,
de un modo erótico tal vez.  

Se lo he contado a los más íntimos,
del grupo de amigos
El asombro ha sido mayúsculo, me quedo tranquilo.
Al menos sé que no soy el único que opina
que esta chica está fatal.
Todavía no he borrado su número,
no tiene sentido.
Y lo peor es que a pesar de esta escena tan tétrica,
no me la puedo quitar de la cabeza .

Lo voy a hacer.
Digan lo que digan,
lo voy a hacer.
Cruzaré la fina línea
Lo voy a hacer.
Haz el favor de no contarlo
 Lo voy a hacer.
Voy a correr el riesgo de...”


*Si quieres saber qué es el regalo, pincha aqui
*BSO Extraño Regalo -Izal
*Relacionado con Siberia

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