sábado, 5 de enero de 2013

Claudio sí cree

Chats (2)          Rebeca                        
                     últ. vez hoy a las 12:47                       
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                       5 de enero de 2013

                                   13:07 vv Hola q tal stas?
Hola, en casa 13:07
Has terminado ya? 13:07
                                                 Si.has llevado 
                                 13:07 vv los regalos
                                 13:08 vv ??
La cocinita y el caminon
de pablo                13:08
                                              De Peppa pug no 
                               13:08 vv habia
                               13:08 vv No quedaba de Pig.
q? 13:08
                                             q no qedaba. el 
                               13:09 vv camion si q esta bien.
Jo claudio, como q no
quedaba                      13:09
                                         pues q no habia,he          
                                        mandado una de pocoyo
                        13:09 vv para Claudio                      
                                13:09 vv A q hora hay q star?
Empieza a las 6 pero cortan 
antes.Por casa de mariluz   
psa a las 7 y media              
No subas trde                      13:10
tarde 13:10
                                          Terminan de comer nos 
                          13:10 vv cambiamos y vamos       
No corras 13:10
                          13:11 vv Bueno, ahora vamos
No corras 13:11


Claudio estaba cansado. El día anterior había salido con la Colla animando el desfile de la Embajada Real y había echado su carta para que se la llevase la burrita.
Se había pasado la mañana jugando con el abuelo en la huerta y después pidió papel y pinturas y ya llevaba un buen rato escribiendo.
CLAUDO CLAUDIO CLAUDIO GODOY PRIMI PRIMI PABLO GODOY.....
-¡Pablo! Bájate de mi bici.
-Claudio, hay que compartir, vida- dijo la abuela-. Tú estás ahora pintando.
-Pero, pero..



-¡Venga! Vamos a lavarnos las manos, que ahora mismo viene el papá. ¡Pablo! Ven, vida.
Por lo general, los sábados los nenes se quedaban con Claudio, pero hoy había quedado con los amigos para salir con la mountain bike y los había dejado con los abuelos.
-¿Te tienes que duchar?-dijo el abuelo.
-¿Y los nenes?
-Están dentro con la mamá, lavándose las manos. Ya tengo hecha la comida.

-Acabo de hablar con Rebeca.¿Les vais dando de comer mientras me ducho? Dice que no vayamos tarde.
-¿No vas a comer?-El abuelo no entendía a qué venían tantas prisas. Hasta las seis que empezaba la Cabalgata faltaban más de cuatro horas.
-Sí. Ahora me hago un bocadillo y me lo como por el camino.
-Nene ¿conduciendo?-Lo que de verdad le molestaba al abuelo era no poder estar más con los nietos-Tengo listos los macarrones. Los gratino en un momento y mientras cambiamos a los nenes comes.
-Bueno. Voy para dentro.

-¡Papá!¡Papá!¿y la bi?¿la bi?-Pablo estaba loco con los coches y las bicicletas.
-¡¿Y mis niños?!¡Holaa!¿quién se ha portado bien y le van a traer esta noche los Reyes sus regalos que pidieron en la carta?
-A moñón a toches muchos.
-Sí cariño, para ti un camión con muchos coches. ¿Y para mi pintor y escritor favorito?
-¡La cocinita de Peppa Pig!-dijo Claudio.
-Bueno, una cocinita seguro que te traen los Reyes. Pero no hay que pedirla de nada. Una cocinita super chula para jugar a cocinar como el abuelo seguro que te traen.
 Claudio se quedó un poco cortado ,¿cómo es eso de que la cocinita no era de Peppa Pig?¿era eso lo estaba diciendo papá?. Se supone que si le escribías la carta a los Reyes era para que te trajesen lo que pedías.
 Por ciertas conversaciones que escuchaba a los adultos en las últimas semanas, empezaba a creer que los Reyes hacían un poco lo que les daba la gana y dejaban los regalos donde querían y no en su árbol que es donde se supone que tenían que dejarlos.
 La tía Conchi dijo el otro día que había ido a ver los Reyes de Marta a Juguettos y que valían muy caros y que había ido después a juguetes Ryan y los había cogido allí. ¿Cómo se podían coger a los Reyes en una tienda y después ir a otra a cogerlos allí?
 La tata Carol dijo que había ido a ver los Reyes de los nenes y que tocaban a 20€ cada una de las tatas.
 Aquí había algo muy extraño. Él había pedido en la carta de los Reyes del cole una bici y resulta que se la trajo Papá Noel. Tal vez el cartero que había ido al cole a recoger las cartas, se había equivocado y se la había llevado al otro, en lugar de a Baltasar, que es al Rey al que le había mandado la carta. Después escuchó que papá hablaba con mamá que si la bici le quedaba un poco grande y no se podía bajar más el sillín, podía ir a la tienda a cambiarla.
 Empezaba a creer que todo esto de los Reyes era algo muy raro.
-¡Ale!A hacer pipí y lavarnos las manos. Y a ver esos besos que no me habéis dado antes ¡monstruitos!
-jajajaja.¡ Mua!
-A teté a bi subo yo.
-¿Te has subido en la bici del tete?¡ vaya campeón!
-Me ha quitado la bici y quiere rompérmela.
-Que no cariño. Que el hermanito no te rompe la bici.-mientras les secaba las manos a los niños, Claudio pensaba en lo rápido que crecían los nenes. Claudio, el mayor, estaba aprendiendo a escribir y lo más increíble, estaba empezando a leer palabras escritas en mayúsculas con cuatro años y medio. Además, hablar con su hijo era hacerlo con una personita que no dejaba de sorprenderte por su forma de razonar. El martes pasado cuando lo estaba bañando y le pidió pipí y Claudio le dijo que tirase de la cadena, le respondió- Papá ¿pero de qué cadena?-. Pablo era un aventurero y muy alegre, que no paraba de hacer travesuras.

Aparcar cerca de donde pasaba la cabalgata era una locura. Todas las calles estaban cortadas desde mediodía. Había pensado aparcar cerca de casa de Miguel y Amaya, que estaba relativamente cerca de casa de Mariluz, la prima de Rebeca. Sólo había que cruzar un puente y enseguida llegabas a la calle San Lorenzo. Pero parecía que no era el único al que se le había ocurrido esa idea, así que le tocó estar un buen rato buscando aparcamiento y no tan cerca de casa de Amaya como quería.
-Dime Claudio.
-Rebeca. Que voy por el puente. Que me ha costado un poco aparcar.
-Mira que te he dicho que no vinieses tarde. Aquí abajo ya han puesto las sillas y hay un montón de gente.
-Vale.
-Venga date prisa.
-Voy con los nenes. Tranquila que voy lo más rápido que puedo.
-¿te acuerdas del número?
-Sí. Creo que me acuerdo del portal. ¿Es el primero derecha?
-Sí. Ahora hablamos de lo del regalo de Claudio.
-¿De qué quieres hablar?
-De que no es lo que tenías que enviarme.
-Venga vale.
-Vale no.
-Bueno, que ahora hablamos.

Claudio dejó el carro de Pablo en el portal y subieron andando al primer piso.
-¡Mis niños!Mua Mua..
-¡Mami!¡Mami!
-¿A que no sabéis quien está aquí?
-¡Primi!-Aitana, la prima de los nenes tenía 10 años y los nenes estaban locos con ella. La hermana de Rebeca vivía a menos de una hora de carretera de su hermana, pero nunca sacaban tiempo para que los primos estuviesen juntos. Los días que por fin coincidían, los primos lo pasaban en grande.
-¡Hoy vienen los Reyes!¡hoy vienen los Reyes!¡ y los pajes nos traerán los regalos!
-¿Quién?-Claudio empezaba a entender menos de todo aquello.
-¡Que sí! Que los pajes nos van a traer los regalos.
 ¿Pero no se suponía que los regalos los dejaban en el árbol a cambio de agua y alfalfa para los camellos y dulces y mistela para los Reyes?¿quienes eran esos que iban a traer los regalos?¿esos pajes?

-Claudio¿como es que la cocinita no es de Peppa Pig?
-Pues que no quedaba. He ido al Toys r us, Juguettos, Carrefour, Juguetilandia y he llamado al Corte Inglés y me dijeron que estaba agotado...
-¿Cómo agotado?

Los niños y su prima empezaron a jugar a hacerse cosquillas. Las risotadas de los niños, hacía que en el piso hubiese un jaleo ensordecedor.

-¿Qué importa que sea de Peppa Pig o de fulano de tal?No me parece normal que un niño de cuatro años tenga que empezar ya con el tema del merchandising.
-Cuando pides algo a los Reyes es para que te traigan lo que has pedido.

De las cosquillas pasaron a cantar villancicos.-Ya vienen los Reyes, por el arenal...-.
Claudio se lo estaba pasando en grande. No entendía muy bien el asunto de los regalos. A él en particular, de las Navidades lo que le gustaba era poder estar más tiempo jugando con su hermanito, con los abuelos, su papá, su mamá y ver más días de lo habitual a su Primi que tanto quería y que casi no veía desde el verano. Los regalos estaban bien, pero lo que de verdad le gustaba era despertarse con la abuela que le hacía cosquillitas por la mañana y que se los llevaban toda la mañana a jugar a la huerta, donde podían ensuciarse sin que nadie les riñese.

-Mira Becca, me estas amargando el día. Yo ahora ya no puedo hacer nada. Llevo buscando la dichosa cocinita de Peppa Pig desde el viernes pasado que me dijiste que Claudio la quería y no hay en ningún sitio. Si quieres la pinto.
-Yo solo te digo que se supone que los Reyes son algo especial porque te traen lo que deseas.
-Becca, ya dijimos que la bicicleta la dábamos por Papá Noel, porque por el balcón no la podían subir y que el ipad no me fiaba, por si se les caía y se rompía. Yo le he comprado una cocinita cuando creo que con el ipad y la bici ya tenían bastante regalo.

Claudio tenía una sonrisa de oreja a oreja.
Ya se había hecho de noche hacía un rato. A lo lejos empezaron a escucharse tambores.- Pom popom. Pom popom. Papapiiii.- y trompetas que anunciaban la llegada de la cabalgata.
-¡Que vienen los Reyes! Vamos al balcón.-Dijo Aitana.
Claudio no entendía muy bien porqué su prima se había puesto como loca, pero se dejó llevar por su entusiasmo.
Aquello era muy bonito, tambores, música...Había un olor raro que no conocía.
-Primi ¿A que huele?.
-¿A que huele Claudio?
-Como cuando el abuelo hace el pollito en el horno de barro.
-¡Ah!Son las antorchas-Dijo papá.-¿Ves esos palos con fuego en la punta? Se llaman antorchas.
-¿Quién?-Cuando Claudio no entendía algo, pregunta quién.
-Quién no, cariño, qué. Sirven para alumbrar a los Reyes Magos..
La música no paraba. Bailes y gente, mucha gente.
A lo lejos venía un señor al que la gente le acercaba los niños para que les diese algo.
-¡Mira Claudio, Pablo!¡Es Melchor!-Dijo la Primi.
La gente le acercaba a los niños para que Su Majestad el Rey Mago les diese un beso.
Claudio estaba un poco asustado. No entendía nada de aquello. Él había empezado a creer que los Reyes Magos no se podían ver, que eran invisibles, porque se suponía que podían ver si te portabas mal o te peleabas con el hermanito.¿Como podían verte sin que tu pudieses verlos a ellos? Según mamá porque eran Magos y por eso sabían si te portabas bien. Pero ahora resultaba que allí venía uno de ellos ¡montado en camello!
Claudio se echó para atrás hasta que pasó Melchor. Entonces se atrevió a volver a asomarse al balcón a seguir viendo los bailes y gente, más gente que seguía pasando.
-¡Mirad Pablo, Claudio!¡Es Baltasar!
Era el Rey de Claudio. Le entró mucho miedo. Ese Rey era el que se supone que le vigilaba y sabía que aveces le pegaba empujones a su hermanito y que no siempre le quería dejar las cosas. Pero también sabía que le ayudaba a ponerse la chaqueta a Pablo, le abrochaba los botones y le llenaba el gotet de agua cuando estaban comiendo.
-¡Claudio! Dile a Baltasar que has sido bueno.-Dijo papá.
Claudio asustado se asomó por los barrotes del balcón y gritó lo más fuerte que pudo.
-¡¡ME HE PORTADO BIEN!!¡¡ME HE PORTADO BIEN!!
-¡¡BIEN YO!!¡¡BIEN YO!!- Dijo Pablo imitando, como siempre hacía, a su tete.
Los adultos no pudieron evitar reírse con los nenes.
De repente, una escalera se apoyó contra el balcón donde estaba Claudio. Un señor empezó a subir por la escalera con dos bultos atados a la cintura. Claudio estaba aterrorizado.
La figura llegó a lo alto de la escalera y saltó dentro del balcón. Iba vestido de rojo y su piel era de color negro muy oscuro.
-Claudio y Pablo. Tomad, esto es para vosotros.
Mamá empujó a los niños que estaban cogidos a sus piernas hacia el personaje que les dio los regalos.
-Darle un besito al paje niños.-Dijo mamá.
Claudio estaba desorientado, le dio un beso rápido al paje y se volvió a coger a las piernas de su madre.
-¡Pero hombre! Coge tu regalo.-Dijo el paje.
Claudio no se atrevía a acercarse de nuevo a ese señor mágico que había aparecido por el balcón.
Pablo, más atrevido se abrazó al paje y le cogió el regalo.
-Bueno, pues nada, gracias por los besos. Buenas noches a todos.-Y el paje se fue por donde vino.
Pablo abrió su regalo enseguida-¡Papá!¡A moñón !- Un camión trailer azul lleno de coches hacían las delicias de Pablo que no tardó en empezar a jugar con su regalo.
-Claudio¿no abres tu regalo?-Dijo papá.
Claudio se decidió a acercarse al paquete que había dejado el paje y que llevaba su nombre. Rompió el papel y miró la caja que había dentro.
-¡¡La cocinita de Peppa Pig!!-Los Reyes Magos eran Magos de verdad. Estaba pasando una tarde realmente estupenda llena de emociones. Baltasar le había enviado con su paje el juguete que había pedido en su carta y estaba con las personas que más quería en el mundo.

Rebeca miró a Claudio y sonrió.
-Mira que eres bobo. Vaya broma más pesada me has gastado.
Claudio no salía de su asombro. No entendía nada. Sonrió como buenamente pudo y empezó a dudar si realmente habría comprado o no la cocina de Pocoyó o la de Peppa Pig.
En ese momento Claudio si creyó.

*Si quitáis lo que está en cursiva, os queda un cuento para poder contar a los niños.
Que los Reyes Magos os traigan lo que deseáis.


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